La economía alemana vuelve a contraerse en último trimestre de 2023
Los economistas también prevén que 2024 será un año difícil para Alemania.
La economía alemana se contrajo a finales de 2023, indican cifras suministradas hoy por la Oficina Federal de Estadística (Destatis).
El producto interior bruto (PIB) cayó un 0,3 por ciento en el cuarto trimestre en comparación con el trimestre anterior, ajustado por efectos de precios, calendario y estacionales, según los datos provisionales oficiales.
La entidad oficial confirmó así una estimación inicial. Los economistas también prevén que 2024 será un año difícil para Alemania. El año pasado, la mayor economía de Europa entró en una ligera recesión, con una caída del PIB también del 0,3 por ciento interanual.
El Fondo Monetario Internacional (FMI), por su parte, pronosticó un crecimiento económico del 0,5 por ciento para el año en curso. En octubre, el equipo de expertos del FMI aún esperaba un crecimiento del 0,9 por ciento.
Muchos economistas alemanes también prevén un débil comienzo del año. “Se espera que la economía se mantenga en algún punto entre la recesión y el estancamiento en los próximos trimestres”, estimó Thomas Gitzel, economista jefe del VP Bank.
Los datos mostraron una caída particular de la inversión de las empresas en equipos pesados, como vehículos y maquinaria, así como en la construcción durante el cuarto trimestre.
Para el primer trimestre de 2024, “hay indicios de otro descenso de la producción económica”, auguró el economista jefe de Commerzbank, Jörg Krämer, quien apuntó signos de descenso de la producción industrial y de la entrada de pedidos de los productores. “No se vislumbra un fuerte repunte”.
De acuerdo con el investigador económico del Instituto Ifo Timo Wollmershäuser, las empresas se quejan de la caída de la demanda en casi todos los sectores económicos.
Además, agregó, la economía se ve lastrada por una serie de factores especiales. “Entre ellos, la elevada tasa de bajas por enfermedad, las huelgas en Deutsche Bahn y el inusualmente frío y nevado mes de enero. Pero hay los primeros rayos de esperanza en el consumo privado”.
“Están las medidas de austeridad del Gobierno, pero también las huelgas en curso de los maquinistas de tren y las interrupciones de las cadenas de suministro como consecuencia del conflicto militar en el mar Rojo”, señaló, por su parte, el economista jefe del banco ING, Carsten Brzeski.
El ánimo de la economía alemana se deterioró a principios de año. El clima empresarial Ifo cayó por segundo mes consecutivo en enero. “La economía alemana está atrapada en la recesión”, comentó recientemente el presidente del Ifo, Clemens Fuest.
Las perspectivas para 2024 se han vuelto más sombrías. Los institutos de investigación económica han rebajado sus previsiones. Algunos economistas tampoco descartan un nuevo descenso del producto interior bruto para el conjunto del año.
Las esperanzas para el año en curso se basan sobre todo en la propensión al consumo de los ciudadanos. Fritzi Köhler-Geib, economista jefe del banco estatal de desarrollo KfW, estima que “gracias al fuerte crecimiento de los salarios reales, es probable que el consumo privado vuelva a repuntar”.
A tenor de las previsiones, la inflación descenderá este año, mientras que los salarios aumentarán.
Sin embargo, según el instituto de investigación del consumo GfK y el Instituto de Decisiones de Mercado de Núremberg (NIM), el ánimo de la gente para gastar ha vuelto a deteriorarse recientemente. Las crisis y las guerras, así como la inflación elevada, inquietan a los consumidores e impiden una mejora de su ánimo, señalaron.
En la eurozona, la producción económica se estancó en el cuarto trimestre de 2023 en comparación con el trimestre anterior, según datos preliminares de Eurostat. Entre los países de la eurozona que más han crecido hasta ahora figuran España, con un crecimiento del 0,6 por ciento, y Portugal, con un aumento del 0,8 por ciento.
En Francia, la economía se estancó, mientras que Italia registró un ligero aumento del 0,2 por ciento. Irlanda, por su parte, reportó una contracción del PIB del 0,7 por ciento, incluso superior a la de Alemania.