24/11/2024

Renuncia la primera minitra británica Liz Truss luego de estar 44 días en el cargo

La primera ministra de Reino Unido, Liz Truss, comunicó este miércoles su renuncia al cargo.

Truss afirmó que ya notificó al rey Carlos III, aunque permanecerá al frente del Gobierno hasta que se elija a un sustituto.

En un breve mensaje a las puertas de su residencia en el 10 de Downing Street, afirmó: “Reconozco que, dada la situación, no puedo cumplir el mandato para el que fui elegida por el Partido Conservador. He hablado con su majestad el rey para decirle que renuncio como líder del Partido Conservador”.

“Es la mejor decisión para mantener a Reino Unido en una condición económica estable”, sostuvo.

La ahora ex primera ministra explicó que se reunió con el presidente del Comité 1922 -que agrupa a los diputados “tories” sin cartera-, Graham Brady, y ambos convinieron en que la elección interna para nombrar a un sucesor se celebre “la semana próxima”.

Liz Truss ha estado viviendo una “difícil” última jornada, como han admitido fuentes de Downing Street a los principales medios.

Esta jornada comenzó refiriéndose al “momento de gran inestabilidad económica e internacional” en la que llegó a su cargo.

El título lo asumió el pasado 6 de septiembre tras vencer en unas primarias de su partido.

“Hemos ofrecido resultados en las facturas energéticas y rebajando la cotización social. Hemos planteado una visión para economía de baja fiscalidad y alto crecimiento que aprovecharía las libertades del Brexit”, afirmó Truss, antes de admitir que en la actual situación no podrá cumplir sus objetivos.

Hasta el momento, al menos 17 diputados habían pedido que renunciara producto del complejo escenario político de estas semanas, marcado por el desmantelamiento prácticamente total del programa fiscal que anunció el gobierno en septiembre, según un recuento de Sky News.

La ahora ex ministra estaba en un difícil escenario desde que el pasado 23 de septiembre, tras la presentación de su plan fiscal.

Con una masiva bajada de impuestos, había sembrado el caos en los mercados y despertado la desconfianza en la economía británica.