EE.UU mata con un dron al líder de Al Qaeda, Ayman al-Zawahiri, en Kabul
Estados Unidos ha matado en un ataque con drones llevado a cabo en la madrugada del pasado domingo en Kabul a Ayman al-Zawahiri, líder de Al Qaeda, “el terrorista más buscado del mundo”, según han confirmado fuentes de la Administración de Joe Biden, que han afirmado que la operación no causó más víctimas. El presidente Biden, que aún está confinado por una recaída por coronavirus dada a conocer el pasado sábado, ha hablado por televisión desde la Casa Blanca al final de la tarde del lunes (horario estadounidense) para ofrecer más detalles del operativo: “Hemos administrado justicia”, ha sentenciado desde una de las terrazas del complejo con los monumentos de Washington y Jefferson de fondo. “Y este terrorista ya no podrá volver a actuar. No importa cuánto tiempo pase, ni cuánto sean capaces de esconderse. Los terroristas que amenazan Estados Unidos deben saber que los encontraremos y los liquidaremos”.
Este anuncio se produce dos semanas antes de que se cumpla un año de la caótica retirada de las fuerzas estadounidenses de Afganistán, salida que permitió el verano pasado a los talibanes recuperar el control del país 20 años después de su derrocamiento. Aquella operación fallida marcó el punto más bajo de la presidencia de Biden hasta la fecha, un golpe del que en cierto modo aún no ha conseguido levantarse en términos de reputación y de aceptación ciudadana. La operación de este fin de semana demuestra que Estados Unidos tiene capacidad para efectuar operaciones antiterroristas de gran impacto pese a no tener presencia sobre el terreno.
Cuando terminé nuestra misión militar en Afganistán, hace casi un año, tomé la decisión de que después de 20 años de guerra, Estados Unidos ya no necesitaba miles de botas sobre el terreno en Afganistán, para proteger a Estados Unidos de los terroristas que buscan hacernos daño. dañar. Y le prometí al pueblo estadounidense que continuaremos realizando operaciones antiterroristas efectivas en Afganistán y más allá. Eso es lo que hemos hecho. En febrero, nuestras fuerzas realizaron una audaz misión en Siria que eliminó al Emir de ISIS. El mes pasado eliminamos a otro líder clave de ISIS.
Al-Zawahiri asumió el liderazgo del grupo después de la muerte de Osama bin Laden, asesinado en mayo de 2011 en la localidad de Abottabad (en el norte de Pakistán) por un comando especial del Ejército estadounidense, y ante la atenta mirada en directo desde la Casa Blanca del entonces presidente, Barack Obama, y de su vicepresidente, Joe Biden. Hasta su muerte el domingo, Al-Zawahiri estaba en lo más alto de las listas de los terroristas buscados por Washington, en las que ingresó tras los atentados del 11 de septiembre de 2001. Funcionarios del Pentágono han asegurado que el ataque de este fin de semana no lo llevaron a cabo militares, por lo que todo indica que fue cosa de la CIA. Fuentes de la agencia se negaron a confirmar ese extremo inmediatamente. Para el Pentágono era un objetivo declarado volver a descabezar a Al Qaeda. Este fin de semana las fuerzas estadounidenses han cumplido con ese objetivo. El FBI ofrecía 25 millones de dólares por información que condujera a su captura.
Al-Zawahiri, de 71 años, había evitado regresar a Afganistán durante años por motivos de seguridad. Su reaparición en Kabul, la capital de Afganistán, sugiere que había relajado sus prevenciones y que los talibanes no están manteniendo su compromiso de mantener a Al Qaeda fuera del país centroasiático. Su Gobierno ha reaccionado con un comunicado que aporta nuevos detalles, aunque sin detallar las pruebas: el ataque se llevó a cabo en una casa residencial en el área de Sherpur, un céntrico barrio de alta sociedad frecuentado por funcionarios del Gobierno talibán. En una serie de tuits, el portavoz Zabiullah Mujahid ha dicho este lunes: “La naturaleza de lo sucedido no estuvo clara desde el principio”. Los servicios de seguridad e inteligencia del Emirato Islámico investigaron el incidente y “los hallazgos iniciales determinaron que el ataque fue llevado a cabo por un dron estadounidense”.